En el cuento ¿Queda sitio para mí? encontramos este ritmo y sentido profundos. Un entrañable cuento de invierno que respira amistad, generosidad y compañerismo por todas partes. En esta época del año en que la naturaleza parece dormir, el tiempo frío nos invita a recogernos en casa y a estar en familia. Y esto es justamente lo que hacen los seis animalitos de nuestro cuento, que encuentran un divertido y curioso hogar, muy calentito, para resguardarse del frío. A través de una deliciosa cadencia rítmica y repetitiva, ¿Queda sitio para mí? es un placer para los oídos de los más pequeños que, una vez tras otra, esperan escuchar qué pasará cada vez que uno de los animalitos del bosque pide que le hagan un sitio. Y es que en el momento más oscuro del año, nuestra luz interior resplandece más que nunca.
A través de las fiestas estacionales que se repiten cada año, los diferentes momentos y tradiciones que se dan siempre en las mismas fechas y de la misma forma, el niño puede vivir un ritmo fijo que le aporta seguridad interior y confianza en el mundo. El ritmo es algo vivo, generador de salud. Cuanto más rítmicamente pueda vivir un niño, más saludable será su desarrollo. Por eso es tan importante tenerlo en cuenta e incorporarlo con conciencia en el día a día de nuestros hijos, en todo lo que hacemos, dando además un sentido verdadero a cada actividad, a cada detalle, a cada acto, a cada gesto.
Recomendado a partir de 3 años
Formato: 21,5 x 24 cm
Número de páginas 24